domingo, 20 de agosto de 2017

Farsa de superpoblación.

Si queremos seguir viviendo sin construir nuevas viviendas, sin ocupar lugares vírgenes como la Patagonia, y otros desiertos, tan solo debemos de viajar en tren o en avión y ver la cantidad de espacio sin ocupar, que contrasta muchísimo con las ciudades en donde se edifica muy alto y muy apretado ...
El mito de la superpoblación tiene sentido si nos consideramos como rebaño de ciertos jefes/señores feudales/amos que nos tienen más o menos cercados, si fuéramos libres usaríamos nuestro ingenio para no limitarnos y conquistarlo todo, siempre sostenidamente, nunca ningún piso que no toque suelo, nunca ningún suelo que no vuelva donde estaba, esto es, que yo construyo una casa sobre unos matorrales, yo esos matorrales los aparto, y luego los planto arriba de mi casa, así nuestra huella seria mínima.
Se tienen que tener en cuenta los recursos que cada lugar puede dar a las personas.
Vivir sin tocar el suelo, suspendidos en aire en burbujas cuadradas no es nada sano y esta enfermando, durmiendo y enloqueciendo a mucha gente, ruidos que vienen en todas direcciones, ya que para colmo, los nuevos edificios modernos tienen paredes de materiales muy finos y baratos, nada que ver con las cuevas o edificaciones rocosas del norte ...
Se nos dice que la robotización hará que seremos innecesarios, pero al mismo tiempo no paran de enviarnos mano de obra barata de países africanos, lo cual es contradictorio, si quieren reducir a la población (en general) pero nos traen población de otro tipo distinto, ¿no sera que quieren mezclar la población o hacer que una invada a la otra? ¿Asumiremos que sobramos?

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